jueves, 4 de enero de 2018

Vid



Parra, uva, vid
Este mes, que comenzó con las doce uvas de nochevieja, dedicaré esta columna a la vid.
Su principal empleo es para la fabricación del vino, que es el resultado de la fermentación del zumo uva.
En los vinos hay una gran variedad y después de su destilación se obtiene aguardiente o mediante fermentación acética, vinagres.
La uva se toma como postre, también se dejan secar al sol para obtener las pasas.
Sus semillas tostadas se han usado como sucedáneo del café.
De sus semillas se obtiene el aceite de uva, usado en pinturas y combustible además de protector de la piel y antiinflamatorio.
Las semillas y hojas son astringentes.
El emperador Marco Aurelio, propuso plantar viñedos en las Galias, España, Alemania y el sur de Gran Bretaña en el año 180 y más tarde fue el cristianismo quien siguió expandiendo su cultivo por medio de los frailes que lo cultivaron por todo el mundo.
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